LA CAMISA BLANCA

El armario de toda mujer debería contener varias camisas blancas y lisas, aunque también es conveniente tener camisas con colores básicos que nos permitirán crear cualquier combinación.

La camisa blanca es una pieza clave en un fondo de armario, tanto por su versatilidad a cualquier tipo de circunstancia como por ser una apuesta segura: queda igual de bien con un traje que con unos vaqueros.

Es una prenda por excelencia, combina con todo, además es una arma de elegancia a cualquier evento que te inviten. Es un clásico y grandes personajes de la moda lo han utilizado y hasta la fecha es un must de cualquier armario. Esta semana hablaremos un poco de esta prenda, qué tips debemos de considerar y dónde conseguirla. 

TALLA Y FIT

Es esencial encontrar la talla y el fit correcto. Cuando compremos una camisa blanca en nuestro tour de compras primero comencemos con las marcas más caras y fijémonos en los detalles de estas prendas. No debe de apretar ni quedar muy holgada a menos que queramos dar este efecto. Hay que acordarnos que el largo correcto de las mangas debe llegar 2cms después del nudillo del dedo gordo. 

CALIDAD

La calidad debe ser algodón, aunque yo personal mente prefiero que sea de algodón con un poco de otro material para que no se arrugue tanto. Hay diferentes tipos de grosores, puedes tener una camisa blanca para el verano y otra para el invierno. 

DETALLES

Los botones, cuello, mangas y cortes son EXTREMADAMENTE importantes cuando queramos vestirnos de una camisa blanca. Porque una camisa blanca con botones negros es diferente a una con botones blanco perla, nacarado o blancos. La última podría utilizarse en una ocasión nocturna y la ultima en una diurna.